Ser padres en el s.XXI, esa gran dificultad
En los últimos años sin darnos cuenta hemos creado una nueva preocupación colectiva en los padres primerizos. Expertos en psicología del desarrollo nos abordan con multitud de artículos y teorías explicativas acerca de cual es la mejor forma de criar a nuestros hijos: qué si parentalidad positiva, apego positivo, los famosos modelos parentelas y una serie de etcéteras que me es imposible enumerar.
Pero, ¿es necesario tanto adoctrinamiento a la hora de criar a nuestros hijos? La respuesta correcta sería que cada uno lo hace lo mejor que puede.
Es un hecho que los primeros meses de vida cubrimos las necesidades de los pequeños a raíz delas interpretaciones que sus padres hacen de sus llantos o sollozos (tiene hambre, está cansado o le duele algo). Y poco a poco de manera consciente e inconsciente vamos creando ese vinculo que entabla la relación madre, padre e hijo.
Este vinculo entre padres e hijos determinará en cierto modo nuestra forma de relación con ellos. Sin olvidar, que vendrá marcada por condiciones externas que habrán podido influir. Desde posibles problemas durante la gestación del bebé, nuestros propios deseos y aspiraciones hasta las preocupaciones, inseguridades o miedos. Porque antes de ser padres no hay que olvidar que también somos hombres y mujeres con nuestra propia forma de estar en el mundo.
Hace un tiempo se creó cierta polémica en relación a una periodista que exponía públicamente las dificultades que le provocaba la maternidad . Y con la exposición mediática que esto acarreó surgieron madres detractoras que la acusaban de “mala madre”. Y por tanto, ¿qué es ser buena madre? porque cuando decidimos ser padres tenemos claro que una de las labores son las necesidades básicas del recién nacido, pero ¿qué ocurre con el campo subjetivo de está relación? ¿qué ocurre también en la vida subjetiva de ese padre o madre?
No es ningún secreto las primeras dificultades de separación entre madre e hijo. O madres y padres que adoptan un papel excesivamente sobreprotector e intrusivo, como el nuevo fenómeno acuñado con el término padres helicóptero. Padres que sobrevuelan la vida de sus hijos, advirtiéndoles de peligro, evitando que cometan errores y hasta llegando a boicotear su capacidad de elección en cuanto a las relaciones con los otros . Sin olvidar a aquellas madres que no destetan a su hijo a pesar de llevar años de lactancia sin aceptar la separación corporal.
Hoy en día hasta series de televisión presentan está problemática, como es el caso de la última temporada de Black Mirror donde en su capitulo Arkangel nos muestra que ocurriría si instalaremos en nuestros hijos un microchip que permita una serie de mecanismos para su “seguridad”. Gracias a éste chip, y a una tablet, la madre puede ver a través de los ojos de su hija, localizar su ubicación, consultar sus constantes vitales, o activar un filtro parental cuando aumenta el nivel de estrés del niño ante imágenes violentas. En definitiva, una protección maternal llevada a límites insostenibles.
No hay una respuesta correcta ante la pregunta subjetiva de ser padres, pero si a veces, hay que encontrar la buena forma de separarse en este vínculo tan estrecho con los hijos. Por supuesto,no se trata de separarse o limitar el amor que sentimos, sino de encontrar la manera de entablar una relación donde el hecho de ser padre o madre no lo ocupe todo. Porque tras el exceso de preocupación o sobreprotección, muchas veces encontramos a progenitores muy angustiados y a niños muchas veces indefensos con falta de recursos para poder valerse por si mismos. La clínica psicológica debe apuntar a está separación, ya que en ella se encuentran los verdaderos efectos terapéuticos.
Las dificultades de ser padres en el siglo XXI finalmente vienen en gran medida determinadas por las excesivas preocupaciones de como ser un buen padre. Estamos expuestos de manera constante a un exceso de información que nos dice lo que debemos y no debemos hacer. Esta sobrecarga nos hace ver que no hay un manual de instrucciones que determine la respuesta ante está posición, sino que la mejor forma de ser padre será la que cada uno encuentre.
Eva Ventura Pinkasz
Publicado en el Diario Información a fecha 17/03/2018
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